Estrategias empresariales: Cómo buscar un mercado a tu producto

Cuando un emprendedor se lanza a un proyecto, generalmente tiene una idea previa de lo que quiere hacer. Pero seguramente esta idea es algo general que no se concreta en un producto o servicio. Es importante establecer estrategias empresariales desde un buen principio, cómo la de buscar un mercado determinado.

Cuando un emprendedor se lanza a un proyecto, generalmente tiene una idea previa de lo que quiere hacer. Pero seguramente esta idea es algo general que no se concreta en un producto o servicio. Esto dependerá mucho de cómo se haya formado esa idea:

  • si parte de una tecnología o de algo innovador: en este caso tendrá que hacer un importante esfuerzo por ajustarse al mercado.
  • si parte de un conocimiento o habilidad del emprendedor: deberá convencer a los demás de que lo que ofrece es útil.
  • si parte de una necesidad del mercado: aquí­ podrá hacer una oferta mucho más ajustada.Cuando un emprendedor se lanza a un proyecto, generalmente tiene una idea previa de lo que quiere hacer. Pero seguramente esta idea es algo general que no se concreta en un producto o servicio. Esto dependerá mucho de cómo se haya formado esa idea:
  • si parte de una tecnología o de algo innovador: en este caso tendrá que hacer un importante esfuerzo por ajustarse al mercado.
  • si parte de un conocimiento o habilidad del emprendedor: deberá convencer a los demás de que lo que ofrece es útil.
  • si parte de una necesidad del mercado: aquí­ podrá hacer una oferta mucho más ajustada.
  • La situación perfecta es la tercera, o la segunda cuando también coincide con la última. Es decir cuando lo que vamos a ofrecer es algo que el mercado está demandando nuestra parte comercial será más fácil. No tendremos que evangelizar sobre algo nuevo, o convencer al futuro cliente de una mejora que vemos nosotros como expertos, nos tendremos que limitar a convencerle de que compre y que lo haga para nosotros.Y la situación ideal es cuando "hay dolor". Con esta expresión nos referimos a no sólo cuando hay una necesidad de mercado, sino que hay una evidente sensación de necesidad por parte del posible cliente en cuanto a lo que ofrecemos. En este caso la labor de convencerles va a ser fácil, una vez más habrá que ser mejores que la competencia, y aquí una correcta gestión de la oportunidad, sobre todo atendiendo a la necesidad y urgencia detectadas pueden ser fundamentales.En todos los casos deberí­amos clarificar nuestra oferta lo más posible, dar soluciones especí­ficas a problemas concretos y en muchos casos eliminar aspectos innecesarios. Es habitual que el emprendedor "se enamore" de su producto y tienda a complicarlo en el afán de cubrir todas las posibilidades y aumentar su mercado potencial, pero desde el punto de vista del cliente esto se puede percibir como una solución demasiado compleja para lo que necesita.Por tanto, hay que detectar mercados con demanda, ofrecer soluciones a los puntos donde esa demanda va a solucionar un problema y hacerlo y comunicarlo de la forma más simple posible.

La situación perfecta es la tercera, o la segunda cuando también coincide con la última. Es decir cuando lo que vamos a ofrecer es algo que el mercado está demandando nuestra parte comercial será más fácil. No tendremos que evangelizar sobre algo nuevo, o convencer al futuro cliente de una mejora que vemos nosotros como expertos, nos tendremos que limitar a convencerle de que compre y que lo haga para nosotros.Y la situación ideal es cuando "hay dolor". Con esta expresión nos referimos a no sólo cuando hay una necesidad de mercado, sino que hay una evidente sensación de necesidad por parte del posible cliente en cuanto a lo que ofrecemos. En este caso la labor de convencerles va a ser fácil, una vez más habrá que ser mejores que la competencia, y aquí una correcta gestión de la oportunidad, sobre todo atendiendo a la necesidad y urgencia detectadas pueden ser fundamentales.En todos los casos deberí­amos clarificar nuestra oferta lo más posible, dar soluciones especí­ficas a problemas concretos y en muchos casos eliminar aspectos innecesarios. Es habitual que el emprendedor "se enamore" de su producto y tienda a complicarlo en el afán de cubrir todas las posibilidades y aumentar su mercado potencial, pero desde el punto de vista del cliente esto se puede percibir como una solución demasiado compleja para lo que necesita.Por tanto, hay que detectar mercados con demanda, ofrecer soluciones a los puntos donde esa demanda va a solucionar un problema y hacerlo y comunicarlo de la forma más simple posible.