Si estás comenzando a familiarizarte con el ecosistema emprendedor, quizás hayas oído hablar de un término que es cada vez más común en nuestro país: los ‘venture builder’. En muchos casos, se confunde este concepto con el de aceleradora o incubadora, sin embargo, tienen hay diferencias significativas entre ellos.
El venture builder se entiende como una especie de factoría de empresas emergentes. Su modo de proceder suele ser realizar adaptaciones de ideas o modelos de negocio que han demostrado tener cierta tracción o funcionar en otros países o mercados y tratar de replicarlos y aplicarlos al mercado local. Es decir, usan ‘una misma fórmula’ o molde para crear nuevas startups.Además de aportar esta base, el venture builder suele proporcionar recursos como las oficinas y servicios como el jurídico, administrativo, técnico, etc. Lo que capta de fuera es el talento. Así, es común que estas figuras organicen jornadas para encontrar a los emprendedores que mejor se ajusten a cada una de las startups que moldean desde la nada. Van a buscar al equipo de co-founders, identificando al mejor CEO, COO, CTO, etc para cada proyecto en particular.Con esto, ya podemos deducir por qué estas ‘fábricas’ son iguales a una incubadora ni a una aceleradora. Comparten con ellas su misión de dar impulso a una empresa que acaba de nacer, sin embargo, un venture builder no ejerce como una figura externa que hace de trampolín encontrándose ya la startup ya montada y con su equipo de cofundadores configurado. Lo que hace es formarlo ad hoc.Otro detalle que las diferencia es que las incubadoras y aceleradoras en muchos casos se quedan con un porcentaje de equity bastante pequeño o puede que ni siquiera pidan una participación. Sin embargo, es común que los venture builders se apropien de una cantidad significativa. Al aportar prácticamente todo, excepto la ejecución y la fuerza de trabajo, se entiende que son propietarios del proyecto, con más de un 50% de su capital.
Venture builders Made in Spain
En España tenemos algunos venture builders que son bastante conocidos y que han sido fundados por importantes figuras del mundo emprendedor de nuestro país. Es el caso de Antai Venture Builder, creado por Gerard Olivé y Marc Vicente en 2012. De él han salido proyectos tan interesantes como la app de compraventa de productos de segunda mano Wallapop.Otro ejemplo es de Nuclio Venture Builder, impulsado por Carlos Blanco. Nuclio se creó en 2016 y se ha hecho conocida por sus Nuclio Weekends. Algunas de las startups que han ‘fabricado’ son Housfy, Finteca o el servicio de alquiler de joyas por suscripción Verone.
Un modelo diferente
Como un caso aparte se puede hablar de los denominados ‘corporate venture builders’. Son una suerte de factoría de startups pero puestas en marcha por grandes corporaciones. Es decir, combinaría un venture builder al uso con el ámbito de una aceleradora corporativa.En España el primer corporate venture builder sería Byld, nacido a partir de Sonar Ventures y formado por ejecutivos de empresas como Banco Santander, Coca Cola, NTT Docomo o Rocket Internet