Cuando uno emprende, uno de sus principales temores es el de si alguien le copiará la idea. Y pese a que, si es cierto que la idea es una parte vital y muy importante del proyecto, no lo es todo y no es del todo primordial que se proteja a cal y canto. Si la idea es buena pero la ejecución de ésta no lo es, el proyecto no funcionará y no conseguirá despegar.
Contrariamente a lo que piensa la mayoría, hacer pública tu idea o compartirla con alguien no es sinónimo de que te la vayan a robar, de hecho, es más probable que la idea se enriquezca con puntos de vistas distintos al de la persona que la tuvo inicialmente, ya que el feedback que puedes recibir puede ser mucho más beneficioso.Aun así, si tienes la sensación o el deber de querer protegerla a toda costa, te damos unos consejos para que puedas llevarlo a cabo. Para que no te roben una idea, que podría valer mucho dinero, lo más recomendable es registrarla, usar acuerdos de confidencialidad y usar tecnología Blockchain.La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) y el despacho de abogados Pinsent Masons han elaborado una guía práctica para ayudar a los emprendedores a proteger sus proyectos. Hay proyectos que disfrutan de protección jurídica desde su creación. Es el caso de obras artísticas, literarias y científicas. Además de estos, los programas informáticos o los softwares también disfrutan de esta consideración, pero aun así es recomendable incluirlos en el Registro de Propiedad Intelectual. Los que sí deberán ser registrados para su protección frente a terceros son las bases de datos, las marcas y los nombres comerciales, las patentes, los modelos de utilidad y los diseños industriales y dominios web.A la hora de desarrollar una idea innovadora es esencial proteger jurídicamente el nuevo proyecto empresarial y sus distintos componentes. Asimismo, el uso de tecnologías como el blockchain o la inteligencia artificial, puede ser un método muy efectivo para proteger los elementos de un proyecto empresarial y se recomienda que estas tecnologías se implementen como un método complementario. Además, siempre es recomendable consultar con un abogado especialista para evitar posibles problemas que puedan llegar a surgir.A todo esto, podemos añadir, como mecanismo de seguridad, registrar los derechos de propiedad intelectual a nombre propio o a nombre de la empresa. Y registrar tanto las marcas como las patentes a nombre de la sociedad constituida.