Este relativo nuevo modelo de negocio se les atribuyó a nuevas empresas emergentes centradas principalmente en nuevas tecnologías y el ámbito de internet. Pero, si una startup es una empresa emergente, ¿cuándo a esa empresa le va bien y consigue cifras importantes de facturación, deja de serlo?Primero veamos más en detalle que es considerado una startup. Startup es el término anglosajón usado para denominar proyectos emergentes con ideas generalmente asociadas a innovación y tecnología. En otras palabras, es una empresa emergente que busca desarrollar un modelo de negocios escalable y repetible. Es decir, que se enfoca en la investigación y el desarrollo de procesos para comercializar un producto o servicio innovador. Para ello necesitan ayuda de inversores o Business Angels que invierten en sus proyectos. Cuando esos ingresos son elevados, y la empresa como tal crece demasiado, se dice que deja de ser una startup y pasa a ser una empresa, como Google y Facebook por ejemplo.A diferencia, las empresas estándares, aplican un modelo de negocio ya existente y comprobado y se dedica a ejecutar los procesos establecidos para producir y comercializar un bien o servicio en busca de ingresos y utilidades.Al ser un tema un poco ambiguo y que puede llevar cierta discusión tomaremos las características que define Marek Fodor, presidente de Kantox y cofundador de Atrápalo, empresas que comenzaron como dos startups de éxito, que hace tiempo dejaron de serlo. Según Fodor una startup deja de serlo cuando cumple con estas particularidades:
- Cuando la empresa consigue gastar lo mismo que ingresa.
- La mayoría de los empleados trabaja 8 horas diarias, no más.
- Si los fundadores o jefes tienen un despacho independiente del resto.
- En caso de absencia del jefe o alguno de los empleados la empresa sigue funcionando igual o mejor.
- Si la empresa tiene más de dos años.
- Si todavía no ha necesitado financiación más allá de la inicial.
Pese a que algunas de estas características si son coherentes, hay algunas en las que discrepamos, especialmente la de los dos años. Según Fodor, 24 meses es un período razonable para que una startup siga denominándose startup, pero pasado ese tiempo es una empresa como cualquier otra. En esto no estamos de acuerdo, ya que creemos que una startup pasados dos años puede seguir creciendo y adaptándose al mercado y, por ello, poder seguir apodándose como startup. En este sentido, no es lo mismo una startup biotecnológica que precise de ensayos y validaciones clínicas que una DNVB que en dos años ya haya sido capaz de lanzar todos sus productos estrella al mercado.Pese a no estar de acuerdo en algunos de los puntos, creemos que la lista de Marek Fodor es bastante acertada sobre todo en los términos del gasto versus inversión y del funcionamiento y los horarios de la empresa. Aunque no hay que tomársela al pie de la letra ya que cada startup o empresa es un mundo. ¿Vosotros creéis que una startup deja de serlo cuando adquiere esas características?