Un préstamo participativo es un tipo de financiación que se concede a través de entidades públicas que buscan impulsar la actividad emprendedora. Enisa, la Empresa Nacional de Innovación, es un ejemplo de entidad que ofrece financiación en forma de préstamo participativo. También recurren a esta modalidad de financiación algunas de las plataformas de inversión participativa o crowdfunding.
Los requisitos de acceso al préstamo participativo son menos restrictivos que los de un préstamo bancario tradicional. Además, promocionan la creación de proyectos empresariales viables con expectativas de crecimiento y de consolidación.
La empresa prestamista entrega una cantidad de dinero a largo plazo a cambio del pago de unos intereses y unas comisiones, los gastos serán deducibles a efectos fiscales.
Principales características de los préstamos participativos.
Los préstamos participativos tienen 5 características generales que los hacen diferentes a los demás:
- El préstamo participativo tiene un interés flexible. Generalmente dividido en dos tipos de interés: el primero es el interés vinculado a la evolución de la empresa. Se trata de un interés variable que cambia según la facturación y beneficios de la empresa, regularmente este tipo de interés está estipulado con unos mínimos y unos máximos. Y el segundo tipo de interés es fijo y se acuerda en el momento de oficializar el contrato.
- Los préstamos participativos son considerados patrimonio neto de la empresa.
- No exigen garantías adicionales a la que aporta el plan de negocio. Por lo que, si la empresa no evoluciona bien y se ve obligada a cerrar, el importe del préstamo no recaerá sobre los emprendedores, sino que la deuda solo es reclamable a la empresa.
- Los préstamos participativos requieren una ampliación de capital de la empresa con la misma cantidad que se amortiza. Por eso se dice que es un mecanismo de coinversión. - Poseen períodos de carencia (durante esta etapa las cuotas únicamente incluyen el pago de intereses) y de amortización (en los que hay que devolver la totalidad del préstamo), más amplios que los que ofrecen los préstamos bancarios tradicionales.
Para conceder uno de estos préstamos primero se estudiará la viabilidad de la empresa y del modelo de negocio, para conocer si es seguro invertir o no en la empresa.
Se recomienda el asesoramiento de una consultora especializada en la elaboración de memorias y solicitudes para asegurar un importe mayor de la ayuda y su concesión.
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