No todas las empresas lo tienen, pero aquellas que sí dedican una división o presupuesto a esta área suelen compartirlo. I+D es el acrónimo que se usa para hablar de Investigación y Desarrollo, es decir, todas aquellas actividades que lleva a cabo una organización o corporación para realizar una mejora de sus productos, servicios o procedimientos existentes o idear unos nuevos.
En inglés suele usarse R&D o RTD para hablar del mismo concepto, sirviéndose de las palabras ‘research’ y ‘development’.
En muchos casos el I+D se asocia al mundo industrial, sin embargo, es algo que puede estar presente en muchos ramos y negocios. Hasta una pyme puede tenerlo como parte de su ‘ADN’. No obstante, hay ciertos sectores que -por la cuenta que les trae- suelen dedicar mayor inversión a este apartado, como son las TIC, la automoción, los productos farmacéuticos, el alimentario, etc.
Otro término que se ha comenzado a usar, relacionado con el anterior, es I+D+i. Básicamente, se entiende como Investigación, desarrollo e innovación. En un momento dado el componente de innovación se comenzó a vincular a las otras dos palabras, dado que suele ser el resultado de las mismas.
Generalmente, todos los países buscan potenciar el I+D+i mediante ayudas, subvenciones y préstamos. Tiene sentido, ya que cuenta mayor investigación, desarrollo e innovación haya más fortaleza existirán en los procesos y productos y mayor diferenciación de la competencia se producirá. Innovar incide también en mejoras de distintos tipos para la ciudadanía, el medio ambiente, la salud, etc.
Para conocer el nivel de actividad de I+D+i que tiene un país en particular ese puede hacer a través de la proporción entre el gasto en I+D+i y el PIB (Producto Interior Bruto), desglosando el gasto en gasto público y gasto privado.
Para saber si una compañía hace I+D es tan fácil como mirar si tiene un departamento para dicho fin. Este suele estar formado por investigadores o científicos y lo que busca no es una ganancia o beneficio a corto plazo, sino la rentabilidad a largo plazo. No obstante, si hablamos de una pyme, la investigación y desarrollo puede ser algo más sutil, con los empresarios o socios dedicando tiempo personal a este aspecto.
Cómo cerciorarme de si mi empresa realiza proyectos de I+D financiables
Quizás te estés preguntando si tu compañía hace proyectos de este tipo que puedan obtener una ayuda o subvención pública. ¿Cómo saberlo con certeza? ¿A qué tipo de financiación puedes acceder?
El CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, es el que marca el paso en este sentido. Cuenta con las Ayudas Cervera, que están dirigidas a centros tecnológicos o agrupaciones de los mismos que estén inscritos en el correspondiente registro. En este caso se habla de que las agrupaciones estén formadas por al menos 3 entidades y 5 como máximo.
Para identificar si hacen I+D el CDTI considera que se esté investigando en sus tecnologías prioritarias, que son materiales avanzados, eco-innovación, transición energética, fabricación inteligente, tecnologías para la salud, cadena alimentaria segura y saludable, deep learning e inteligencia artificial, redes móviles avanzadas, transporte inteligente y protección de la información. ¿Es el caso de tu empresa?
Por otro lado, otro programa dirigido a las compañías con el I+D en su ADN son las ayudas PID (Proyectos de Investigación y Desarrollo). En este caso se considera que los proyectos de I+D son “proyectos orientados a la creación y/o mejora significativa de un proceso productivo, producto o servicio que pueden comprender tanto actividades de investigación industrial como de desarrollo experimental”. Aquí, a diferencia del programa Cervera, no existe ningúna restricción en cuanto al sector o la tecnología a desarrollar.
Más: Financiación del Programa Cervera de CDTI