La ecología, la sostenibilidad, el medio ambiente o la economía circular son palabras que han pasado de ser rara avis en el mundo de las startups y la tecnología a formar parte del parte del ADN de muchas empresas emergentes y también gigantes TIC en los últimos años.Si el segmento medioambiental se consideraba como un negocio al margen de otros o que se trataba mínimamente en el apartado de la RSC (responsabilidad social corporativa) de las organizaciones, ahora es un tema capital que cualquier empresa tiene en cuenta.Este interés de las empresas por incorporar la sostenibilidad como parte de sus valores y su cultura corporativa no responde a la casualidad, sino que está relacionado con un incremento de la conciencia medioambiental por parte de los consumidores. Así, este aspecto incluso influye cada vez más en las decisiones de compras de estos.En el ámbito corporate algunos colosos tecnológicos han abrazado este enfoque más eco-friendly. Algunos ejemplos son HP, que el año pasado lanzo su HP Elite Dragonflux, fabricado con plásticos recuperados del océano, o Lenovo, que desde 2018 ha empezado a usar materiales ecológicos y 100% biodegradables para sus embalajes, hechos de bambú y de fibra de caña de azúcar.Una tendencia de la que se viene hablando mucho en el ecosistema emprendedor últimamente es la economía circular, es decir, volver a dar a una nueva vida a objetos y productos en lugar de tirarlos. En este sentido, hay todo tipo de proyectos e iniciativas. Desde el punto de vista tecnológico han surgido algunas plataformas que venden dispositivos reacondicionados, sobre todo smartphones, prácticamente como nuevos.Una corriente al alza es la que trata de luchar contra el desperdicio alimentario. Así, cada vez hay más aplicaciones móviles que permiten ‘salvar comida’, como Too Good to Go, Komefy o Phoenix y al mismo tiempo ayudan a evitar toneladas de CO2.Otras herramientas móviles están diseñadas para que puedas conocer cuál es tu huella de carbono o el plástico de un solo uso que consumes durante un día o una semana. Así, las startups que se encargan de enviar comida a domicilio o la compra a casa han cambiado sus envases de plástico por papel y cartón, porque los usuarios han ido mostrando cada vez más preocupación por este tema.Las startups también están tratando de ofrecer otras fórmulas para desplazarse por las ciudades de maneras menos contaminantes. Hay empresas emergentes dedicadas al carsharing (compartir coche), al alquiler de coches eléctricos, de motos eléctricas, de patinetes eléctricos, etc.La sostenibilidad también se ha abierto un hueco en el ámbito de la moda y los complementos. Cada vez hay más startups que se crean para vender prendas y accesorios sostenibles. Algunos casos son IAIOS, que hace jerséis como los de antes con hilo reciclado, VOL, que usa nylon reciclado a partir de residuos marinos para su ropa deportiva, o Pilatus, que comercializa fundas de ordenador y de móvil ecológicas.Los usuarios empiezan a considerar el aspecto ecológico o el cuidado del medio ambiente como un plus para la adquisición de un producto o la contratación de un servicio, o incluso un elemento decisivo, y ese es un aspecto que los emprendedores no deben descuidar para no perder clientes o posicionamiento frente a su competencia.
Los proyectos sostenibles pueden ser subvencionados
En España ya se pueden encontrar numerosas ayudas y subvenciones para proyectos sostenibles, tanto a nivel nacional como autonómico.Destaca el Programa Empleaverde, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con una dotación de 5,7 millones de euros para la contratación de personas desempleadas en el ámbito de la economía verde y azul y una plataforma de apoyo a los “emprendedores verdes”.Estos fondos se han orientado a distintos negocios o segmentos, como la mitigación del cambio climático, la pesca y la acuicultura sostenible, el ahorro y la eficiencia energética o la gestión forestal sostenible.Actualmente, a nivel europeo también se ha publicado el European Green Deal, un programa de financiación para proyectos verdes que financia desde energías 100% sostenibles, hasta construcciones o renovaciones que mejoren la eficiencia energética de los edificios, iniciativas que fomenten la economía circular, océanos sin contaminación ni desperdicios, etc. Financia proyectos innovadores en consorcio y recibe solicitudes hasta el próximo 26 de enero de 2020.