Entendiendo el Customer Lifetime Value: Cómo medir y optimizar la lealtad del cliente

El CLV es una métrica importante puesto que permite comprender cuánto valor podemos esperar que genere un cliente a lo largo de su ciclo de vida.

En un mundo empresarial cada vez más competitivo, entender el valor real de los clientes es esencial para el éxito a largo plazo. Y para ello, el Customer Lifetime Value (CLV) juega un papel fundamental, permitiendo medir el valor financiero que un cliente individual aportará a una empresa durante toda su relación con la misma.

El Customer Lifetime Value va más allá de la simple transacción inicial y ofrece una visión integral de la rentabilidad de los clientes a lo largo del tiempo. Ayuda a comprender qué clientes son los más valiosos, qué estrategias se deben implementar para mantenerlos satisfechos y cómo maximizar su lealtad. Además, conocer el valor del Customer Lifetime Value permite tomar decisiones estratégicas más informadas y enfocar los esfuerzos de la compañía en aquellos clientes más valiosos.

¿Cómo calcular el Customer Lifetime Value?

El cálculo del CLV se basa en una serie de factores, como el promedio de compras que realiza el cliente, el valor monetario promedio de cada compra, la duración de la relación con el cliente y la tasa de retención de clientes. Al analizar estos factores, se obtiene una estimación del ingreso total que se espera recibir de ese cliente a lo largo del tiempo.

Se debe tener en cuenta que la fórmula del Customer Lifetime Value (CLV) puede variar dependiendo del enfoque y los datos disponibles. Cuando únicamente se necesita calcular el total de ingresos que dejará un cliente a lo largo de su relación con la compañía, puede usarse la siguiente fórmula, basada en la multiplicación de tres elementos clave:

Customer Lifetime Value
  • Ingresos promedio por pedido (el valor monetario promedio que un cliente gasta en cada transacción o compra). Se deben tener en cuenta tanto las compras recurrentes, como los servicios adicionales o cualquier otra fuente de ingresos relacionada con el cliente.
  • Número promedio de pedidos por año (frecuencia con la que un cliente realiza compras en un año).
  • Duración promedio de la relación con el cliente en años (tiempo promedio en el que un cliente mantiene una relación comercial con la empresa).

Es importante destacar que esta fórmula no tiene en cuenta factores como los costos asociados a la adquisición y retención de clientes, el valor actual de los flujos de efectivo futuros o el impacto de la lealtad del cliente en el CLV. Dependiendo de la complejidad del análisis y la disponibilidad de datos, se pueden utilizar fórmulas más avanzadas y específicas para calcular el CLV.

¿Cómo aumentar el CLV?

Aumentar el Customer Lifetime Value es un objetivo importante para muchas empresas, ya que implica generar más valor económico a largo plazo. Una de las principales estrategias que puede llevar a cabo una empresa es diseñar e implementar acciones dirigidas a mejorar los tres factores clave de la propia fórmula básica del CLV:

  • Aumentar la frecuencia de compra. Cuantas más compras realice un cliente, mayor será su valor a lo largo del tiempo. Algunas de las estrategias para intentar aumentar esta frecuencia pasan por: implementar programas de lealtad, realizar ventas cruzadas (cross-selling) o crear ofertas exclusivas por tiempo limitado que motiven a los clientes a comprar de inmediato, entre otros.
  • Aumentar el valor promedio de cada compra. El valor monetario promedio de las compras que realiza un cliente también es un factor clave. En este sentido, algunas de las estrategias para intentar aumentar el valor promedio de cada compra, pasan por: ofrecer versiones premium o paquetes con mayor valor agregado (upselling), ofrecer descuentos por volumen en función de la cantidad de productos comprados o usar el análisis de datos para personalizar las recomendaciones de productos o servicios para cada cliente, con el fin de mostrar productos relevantes y personalizados, basados en el historial de compras y preferencias.
  • Aumentar el tiempo que dura la relación con el cliente. Los clientes leales y de larga duración tienen más oportunidades de realizar compras adicionales y generar ingresos continuos. Para ello, es esencial prestar un excelente servicio al cliente en todas las etapas de su ciclo de vida, mantener una comunicación regular y personalizada, establecer programas de seguimiento y recordatorios y mantener altos estándares de calidad en el producto o servicio ofrecido, a fin y efecto de seguir siendo relevantes en la vida de los clientes y satisfacer sus necesidades.

Aquellas empresas que incluyan en la fórmula del CLV más variables, deberán diseñar estrategias de cara a mejorar el valor de las mismas, como pueden ser:  aumentar la tasa de retención de clientes, aumentar el margen bruto o reducir los costes asociados al cliente, entre otros.

El CLV y otras métricas financieras

En el contexto del rendimiento financiero de la empresa, el Customer Lifetime Value se relaciona estrechamente con otras métricas financieras como el Coste de Adquisición de Clientes (CAC). La relación entre el CLV y el CAC es fundamental para determinar la rentabilidad de las estrategias de adquisición de clientes. Si el valor del CLV es mayor al CAC, significa que el valor generado por un cliente a lo largo de su relación con la compañía supera al coste incurrido para adquirirlo, y que, por lo tanto, la adquisición de ese cliente es rentable y contribuye positivamente a los resultados financieros.

Por el contrario, si el CAC es significativamente mayor que el CLV, es probable que la empresa esté perdiendo dinero en la adquisición de nuevos clientes. Esto puede ser problemático y requerir ajustes en las estrategias de adquisición o en el enfoque general de la empresa.La relación entre el CLV y el CAC se utiliza, por lo tanto, para tomar decisiones estratégicas en términos de asignación de recursos y evaluación de la efectividad de las actividades de adquisición de clientes.

El CLV, una métrica básica para el departamento de marketing

Como ya hemos comentado a lo largo del artículo, conocer el valor del Customer Lifetime Value es esencial para las compañías, y en especial para el departamento de marketing de las mismas, puesto que sirve como base para analizar qué estrategias de marketing se necesitan desarrollar e implementar, orientadas a maximizar el valor a largo plazo de los clientes (programas de fidelidad, cross-selling y upselling, comunicación personalizada, etc.). Además, el Customer Lifetime Value permite a las compañías segmentar a sus clientes en diferentes grupos según su valor potencial con el objetivo de adaptar las estrategias de marketing a cada uno e invertir un presupuesto adecuado al valor de los mismos, optimizando los recursos disponibles y priorizando las estrategias que generen un mayor CLV. Una vez identificados los segmentos de clientes con mayor valor potencial, es importante identificar patrones de comportamiento y características comunes entre ellos, de cara a identificar y nuevos prospectos con potencial de generar un alto CLV.

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