Decía Alejandro Suárez en una reciente ponencia sobre los cambios tecnológicos y humanos que en los próximos años no va a ser necesario ser emprendedor al cien por cien, pero sí vivir de un modo más emprendedor. Este razonamiento es uno de los argumentos que utilizó Manuela Souto en una reciente charla en TED La Rioja. Según ella, todos podemos aspirar a ser emprendedores. O, al menos, merece la pena que lo intentemos.
Manuela Souto es experta en formación y coaching para ejecutivos, y presentó en TED La Rioja su proyecto VETIA. Las siglas corresponden a las condiciones que, según ella, corresponden al proceso de emprender:
Visión. Para tener una visión, asegura Souto, hay que imaginar. Vernos y sentirnos a nosotros mismos en una situación futura. No pasa nada por soñar, ya que tomando en serio nuestra imaginación nos descubriremos a nosotros mismos y sabremos discernir los objetivos de la pura fantasía.
Emoción. Todos creamos ideas. Unas, asequibles. Otras, aparentemente irrealizables. Pero en el emprendimiento es imprescincible entrar en un estado emocional que te fuerce a aprender, a formarte, para afrontar esas ideas que, en principio, ves irrealizables. "La vida no es lo que ocurre, sino cómo lo afrontas", dice Souto.
Tripulación. No importa lo disparatada que parezca tu idea. Siempre va a haber alguien a quien le guste y que se implique. La obligación de un emprendedor es, según Souto, buscar y encontrar a esas personas. Hay que ser más cazatalentos para tu empresa y menos víctima de las opiniones agoreras sobre tu proyecto.
Ilusión. Manuela Souto cita a Julián Marías: "La ilusión es la forma suprema del interés". Curiosidad e interés, según Souto, desembocan en ilusión. El emprendedor ve un tiempo valioso donde los demás ven ratos muertos.
Acción. Souto advierte de que cuando parece que un proyecto va a echar a rodar, lo más normal es que el emprendedor se bloquee, ya sea por redefiniciones técnicas o por miedos. Manuela Souto da pautas:
- Evita cambios radicales. Los pensamientos 'todo o nada' desembocan en nada. La acción es la suma de pequeños incrementos. No se avanza con pasos de gigante, sino con pequeños pasos rectificables.
- No te saltes las fases. No te pelees con problemas que vislumbras en fases posteriores a la que aún no has finalizado.
- Si algo no funciona, cambia. Parece una obviedad, pero Souto asegura que la falta de flexibilidad es la causa del bloqueo en las fases de acción de muchas empresas.