Aumentar la cantidad de innovaciones que una empresa es capaz de producir es una de las principales responsabilidades de un departamento de innovación. Sin embargo, como en toda iniciativa estratégica, lo primero que debe existir a lo largo y a lo ancho de la organización para que ésta sea capaz de generar más innovaciones, es la motivación para hacerlo. Dicha motivación no es posible si no existe un liderazgo potente, perspicaz y fuertemente comprometido desde los niveles más altos de la organización.Provisto que dicho liderazgo existe, la clave para conseguir un aumento sustancial en la cantidad de innovaciones producidas en una empresa pasa por liberar las energías creativas de los empleados e introducir los mecanismos adecuados para recolectar, evaluar y canalizar las ideas innovadoras…Hace unas pocas semanas tuve oportunidad de participar en un seminario muy interesante en donde el ponente habló acerca de los niños, su capacidad de aprender durante los primeros años de vida y cómo esa capacidad es dramáticamente reducida en cuando el niño crece. Si bien esto no me resultó algo nuevo ya que forma parte de la teoría de mi socio en Learningworks, Roger Schank, un verdadero gurú en materia de aprendizaje, la forma en que el ponente expuso el tema me hizo reflexionar profundamente. Los niños antes de entrar a la escuela aprenden por el método natural de experimentar, ver lo que ocurre, establecer conclusiones (aprendizajes) y seguir adelante. Antes de concurrir a la escuela este proceso de experimentación ocurre con gran libertad y, fundamentalmente, sin mayores condicionamientos. Schank dice …”en su estado natural, eso es antes de concurrir a la escuela, los niños no tienen problemas de motivación. Entusiasmados por aprender, están ansiosos por probar cosas nuevas y no tienen consciencia del fracaso. Nunca vemos a un niño de 2 años deprimido por cómo progresan sus habilidades de hablar y por lo tanto ha decido no seguir progresando … Para casi todo niño, el amor a la exploración, el entusiasmo de aprender algo nuevo, la apetencia por nuevas experiencias continúa hasta aproximadamente los 6 años…”Todo esto cambia a medida que el niño crece. En primer lugar la madre y/o el padre comienzan a reprenderlo cada vez que hace algo no aceptado como un comportamiento social adecuado y se acentúa enormemente cuando comienza a ir a la escuela. Al principio el niño continúa comportándose como en casa, es decir haciendo preguntas cada vez que tiene curiosidad acerca de algo. De pronto, cuando todos los niños se burlan de él porque no sabe e hizo una pregunta, el niño comienza a asociar que preguntar es malo… y ello conlleva a la reducción radical de su capacidad de aprender. De la misma manera en que este mecanismo se desarrolla en la escuela con los niños, también se produce en la empresa con los adultos, y es el principal obstáculo a vencer en forma continua y sistemática en una organización que pretenda crecer fuertemente a través de la innovación. Por ello, las empresas que montan sistemas de innovación consistentes en fomentar la producción de ideas innovadoras de toda la gente de la organización, deben saber que la clave de un mecanismo de este tipo no reside en las aplicaciones o sistemas de información que recolectan las ideas, sino en un diseño holístico en el cual todo el foco esté puesto en mantener la motivación y el entusiasmo de la gente en participar contribuyendo con ideas.Esto es particularmente importante porque a través de nuestra experiencia profesional lo que notamos es que existe una ansiedad muy grande por parte de los gestores por lanzarse a implementar sistemas de información para la gestión de ideas innovadoras, en la creencia de que ello resolverá el problema de innovación de la empresa. Lamentablemente, no hay nada menos cierto ya que una aplicación, que no esté integrada en un modelo de innovación que contemple el factor motivación como la base del éxito, lo único que puede hacer es conducir al fracaso de manera más rápida y organizada…