En España, debido a que la fundación y lanzamiento de empresas tecnológicas es un fenómeno relativamente reciente, el capital público desempeña un rol fundamental en la consolidación del sector. Por ello, y aunque el gobierno recientemente ha tomado medidas contradictorias, todavía existe en España un importante stock de préstamos disponibles para startups tecnológicas.
La pregunta que se hacen generalmente los emprendedores es qué ayudas convienen más a su situación particular, qué requisitos han de cumplir, qué ayuda solicitar primero y cómo preparar la memoria de solicitud. Es difícil contestar a estas preguntas de manera genérica, pero vamos a intentarlo separando a las empresas en tres grupos:
1. Startups de alto potencial, que innovan en el modelo de negocio pero no en la tecnología.
2. Startups cuyo modelo de negocio se centra en la explotación de una importante innovación tecnológica.
3. Empresas con negocios ya desarrollados, que desean expandirse a través del desarrollo de nueva tecnología.
En esta entrada nos centraremos en el primer grupo:
Startups de alto potencial, que innovan en el modelo de negocio pero no en la tecnología.
Hay una secuencia lógica en la consecución de fondos públicos. Y para maximizar tanto los importes a conseguir y la probabilidad de conseguirlos es importante seguir esta lógica. En el caso de compañías cuyas innovaciones están basadas en nuevos modelos de negocio, las alternativas se reducen en comparación a las empresas que crean nuevas tecnologías, por lo que es importante diseñar una estrategia de consecución muy precisa.
Si el proyecto es muy reciente, aún no han entrado business antes profesionales y la compañía no tiene más de 2 años de antigüedad y la edad máxima de quienes ostentan la mayoría del capital no es superior a 40 años, Enisa Jóvenes Emprendedores es una muy buena opción de financiación pública. Este año el importe máximo ha subido hasta 75.000 € y financia tanto la adquisición de activos como el circulante. Más adelante, la misma empresa podrá optar por un Enisa Emprendedores. Este es un préstamo que apoya a los emprendedores en las primeras fases de la compañía con un importe máximo de hasta 300.000 €. Una ayuda pública ideal para aquellos emprendedores que han encontrado financiación privada (este es un requisito de Enisa para participar en una ronda de financiación a través de esta ayuda).
Además, la empresa puede buscar financiación en su propia comunidad autónoma. En Catalunya hay una iniciativa del Institut Català de Finances, que está funcionando muy bien, por la cual se proveen préstamos participativos de hasta 200.000€ a través del IFEM en co-inversión con business angels. Madrid, a través de Madrid Emprende, acaba de lanzar una iniciativa por la cual el Ayuntamiento aportará hasta 100.000 euros por proyecto empresarial, debiendo invertir el sector privado como mínimo un importe equivalente. En Andalucía hay disponibles préstamos participativos por parte de Invercaria. Y, por ejemplo, en Navarra hay un fondo de inversión RICARI. Existen iniciativas similares en casi todas las regiones. Hay que analizar muy bien cuáles son las disponibles en función de la sede social de la compañía.
No existen en España muchas más alternativas para este tipo de empresas que no introducen innovaciones tecnológicas de calado. La duda que más plantean los emprendedores a Intelectium es si conviene empezar por Enisa Jóvenes Emprendedores o esperarse directamente a un Enisa Emprendedores. Ello dependerá, sobre todo, del tiempo que hayan sido capaces los emprendedores de trabajar en modo bootstraping (emprendiendo con poco o nada de capital). Como regla general, si cumplen los cinco requisitos que en Intelectium creemos necesarios para despertar interés de los business angels profesionales (al menos 2 emprendedores trabajando full-time en la compañía, un prototipo desarrollado y en beta testing, engagement, retention, traction e indicios de modelo de negocio) posiblemente sea conveniente pensar en ir directamente al Enisa Emprendedores con el objetivo de complementar una inversión privada importante y así al menos conseguir inyectar en la compañía como mínimo unos 500.000 €.