Ser fuertes en Europa para ser fuertes en el mundo

[VIDEO]La expansión internacional de una startup es una posibilidad que todo emprendedor que se considere ambicioso tiene que tener en mente. Pero, ¿por dónde empezar? Y, sobre todo, ¿cuándo? Patricio Hunt, socio director de Intelectium, realiza una reflexión sobre un tema que genera un debate permanente, con opiniones encontradas.Como explicamos en nuestra web, uno de los errores que cometen no sólo los emprendedores, sino también los directivos de grandes compañías, es la sobreestimación del atractivo de los mercados externos. Por ejemplo, muchos focos se sitúan sobre Silicon Valley como lugar desde donde una empresa puede operar para fortalecerse tanto en el mercado norteamericano como en el de origen. Pero, claro, esto no es tan sencillo. La experiencia nos dice que no siempre es aconsejable desarrollar una startup en los mercados europeo y norteamericano en paralelo. E incluso en el caso de que esa compañía apueste por su desarrollo en el mercado latinoamericano de modo simultáneo a su consolidación en Europa, encontrará una distancia considerable, de naturaleza geográfica y de otros tipos, que complicarán este desarrollo.Patricio Hunt cita la teoría que Pankaj Ghemawat explica en su prestigioso artículo Distance Still Matters: The Hard Reality of Global Expansion, publicado en la revista Harvard Business Review. que hace referencia al trabajo de los economistas Jeffrey A. Frankle y Andrew Rose. Los economistas saben que existe una relación positiva entre el tamaño de las economías y los flujos de comercio que establecen, así como una relación negativa entre distancia y esos flujos de comercio. Frankle y Rose concluyeron en sus investigaciones que por cada 1% que aumenta la distancia, se reducen los flujos de comercio alrededor del 1,1%, mientras que hay otras variables que afectan a ese desarrollo muy positivamente, como la exitencia de un lenguaje común (incrementa el flujo de comercio en casi un 200%), un bloque común de comercio (common trading block), que lo incrementa en un 330%, o el establecimiento de una frontera común, que hace crecer el flujo de comercio en un 80%. También cabe mencionar el carácter de antigua colonia que puede tener un territorio con respecto al de origen, lo cual aumenta el flujo de comercio en un 900%.Hablemos del mercado latinoamericano. En España, este suele presentarse como un mercado natural, muy cercano al español. Sin embargo, si hacemos un repaso de las economías latinamericanas más fuertes, vemos que no es un terreno tan allanado. La lengua es común con dos de las mayores economías, como las de Argentina y México, pero no con la de Brasil, con la que España tampoco forma un common trading block, no comparte fronteras, y tampoco mantiene una relación de antigua colonia -en todo caso, ese papel corresponde a Portugal-. Argentina, por la coyuntura actual, es un mercado que pone muchas trabas al comercio internacional. Y México presenta otras características que dificultan el desarrollo de empresas, como es la seguridad.Teniendo en cuenta estos datos, en Intelectium creemos que lo más importante para un emprendedor español es que su startup se desarolle, primero, en el mercado europeo, comenzando por las cuatro economías más fuertes (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) y en diversos baremos dependiendo del grado de competencia que exista para el producto en cada uno de esos mercados. Si la empresa logra consolidarse en esos países, la facilidad de expandirse más allá aumenta considerablemente, y muchas empresas norteamericanas y asiáticas se fijarán en ella.Creemos que la clave para la adecuada selección de mercados radica en realizar un Country Portfolio Analysis, técnica para la expansión internacional de una empresa que pone todo el énfasis en las ventas potenciales, adviertiendo con todo detalle de los costes y riesgos de hacer negocios en ese nuevo mercado (la mayoría de ellos son debidos a las barreras creadas por la distancia).