A pesar de la puesta en marcha de programas específicos destinados a incentivar proyectos de emprendimiento en las diferentes Comunidades Autónomas del país, son las grandes ciudades de Madrid y Barcelona quienes siguen concentrando más de la mitad de los movimientos de inversión que tienen lugar en el territorio español.
A raíz del análisis del ecosistema startup en Cataluña y del último estudio publicado por EAE Business School sobre el Ecosistema Emprendedor en España, en el artículo de hoy analizamos la situación nacional en cuanto a las principales métricas relacionadas con todo lo que refiere a inversiones e inversores.
Los hubs de Madrid y Barcelona concentran el 74% de la inversión, y lideran el ecosistema tanto en volumen de inversiones (Barcelona) como en el número de inversores capaces de atraer (Madrid). El estudio destaca también las cifras que otras ciudades como Valencia y Bilbao consiguen en cuanto a número de startups per cápita. -Según el Informe Tendencias de Inversión en España Q1 2021 de la Fundación Innovación Bankinter, las inversiones en startups de capital extranjero (liderado por Estados Unidos y seguido por Reino Unido) alcanzaron más de 900M de euros en un solo trimestre, lo que equivale al 84% del total invertido.Durante el segundo trimestre del año, las startups han alcanzado también cifras récord en cuanto a volumen de inversión. En concreto, se han invertido un total 1.066 M de euros entre las 99 operaciones de inversión realizadas en empresas españolas. En total, durante el primer semestre de 2021 las startups del país han captado 2.170M de euros, cifra muy superior a los 578M de euros conseguidos durante el mismo período del año 2020.
A pesar de los efectos del Covid-19 la intención emprendedora vuelve a crecer en España. Tal y como demuestra el estudio de la EAE Business School, en España, la intención emprendedora es sensible al ciclo económico. Ante la escasez de empleo, y de la misma manera que sucedió durante la crisis financiera vivida en España entre los años 2008 y 2012 cuando dicho dato registró su cifra más alta (alrededor del 12%), la intención emprendedora, durante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, ha logrado mantenerse al alza. Continuando, así, con la tendencia positiva experimentada desde el año 2016. Pese a que según los datos del INE la creación neta de empresas acumulada en el primer semestre de 2021 es positiva, (durante este mes de julio la cifra correspondiente a la creación de nuevas empresas sólo descendió en Navarra (-35,5%) y Cantabria (-32,0%) respecto a la alcanzada durante julio de 2020) hay un dato a tener en cuenta: España se sitúa como el primer país en miedo al fracaso a nivel internacional, en relación con otras economías de ingresos altos. Si bien es cierto que actualmente la principal motivación de emprender es crear riqueza o lograr una renta muy alta, las cifras demuestran que el nuevo perfil de emprendedor es mucho más social, cada vez son más los productos o servicios que se lanzan al mercado con la intención de mejorar la calidad de vida de las personas.
El sector donde más se emprende es el de servicios y consumo, en un 70%, seguido de industrias como la salud, la inteligencia artificial y el Proptech, quienes han logrado sobreponerse a los efectos del Covid-19 en el conjunto del ecosistema y salir beneficiadas. Por el contrario, durante estos últimos meses han perdido impulso sectores como la moda, el marketing o el blockchain, en cuanto a creación de proyectos de innovación se refiere.
¿Por qué emprender en España?
En artículos anteriores analizamos las principales ventajas y desventajas de emprender en España. Además de atractivos como el buen clima, la buena oferta gastronómica que ofrece el país, un coste de vida más barato respecto a la mayoría de ciudades europeas, y a pesar de que el nivel de oportunidades que ofrece la financiación privada a proyectos emprendedores (tanto en España como en Europa en general) está muy por debajo de otros mercados como Asia o EE.UU; desde las Instituciones Europeas y en el caso de España también de las nacionales y autonómicas, existen numerosas líneas de financiación para startups con ayudas a fondo perdido, préstamos blandos y avales para facilitarles acceso a crédito.
Además, según el último número de la revista fDi Intelligence, publicación perteneciente al medio Financial Times, en el que se analizan las ciudades europeas con mejores perspectivas para la creación de startups, Madrid se sitúa como la sexta ciudad más atractiva, seguida de Barcelona en el séptimo puesto. Pese a las ventajas y facilidades comentadas, durante los años 2019 y 2020 solo un 38,5% y 34,6% de la población, respectivamente, declaró percibir que en España es fácil iniciar un proyecto de emprendimiento. Asimismo, en un futuro cercano y de acuerdo con el Anteproyecto de Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes aprobado el pasado julio, las startups verán disminuido en 10 puntos porcentuales el tipo impositivo a aplicar tanto en el impuesto de sociedades como en el impuesto sobre la renta de no residentes durante el primer período impositivo cuya base imponible resulte positiva y durante los tres períodos que le sucedan, siempre y cuando la empresa siga cumpliendo con las características de una empresa emergente o startup.
A raíz del mismo Anteproyecto de Ley, se prevé que las startups puedan solicitar el aplazamiento de sus deudas tributarias (tanto del impuesto de sociedades como del impuesto sobre la renta de no residentes, durante un período de 12 y 6 meses, respectivamente) durante los dos primeros años en los que su base imponible resulte positiva y, por lo tanto, logren obtener beneficios derivados de su actividad. De esta manera, España, caracterizada desde hace años por unos costes fiscales elevados que afectan tanto a la voluntad de emprender como a la voluntad de invertir, da un paso al frente en el incentivo a la creación de proyectos de emprendimiento, estimulando, a su vez, la inversión y la atracción de talento.