Desde Intelectium tenemos claro que la elección de un co-founder puede determinar el futuro de tu compañía. Por eso, te recomendamos que te tomes el tiempo necesario para escoger a la persona adecuada.
En el artículo de hoy analizamos los aspectos que debes tener en cuenta para establecer una relación fructífera entre co-founders y te contamos los principales errores que debes evitar si quieres que la relación construida sea estable a largo plazo.
Motivos para tener un co-founder
En las primeras etapas del desarrollo de una empresa, contar con un co-founder te ayudará a reducir el tiempo necesario para lanzar tu producto o servicio al mercado y tener las primeras validaciones de mercado. Tener un co-founder te permitirá repartir tareas entre ambos miembros del equipo, facilitando el hecho que cada uno se centre en aquellas tareas para las que tiene las habilidades y las experiencias más apropiadas, aumentando, así, vuestra eficiencia y la capacidad de resolución de problemas y reduciendo la sobrecarga de trabajo y la toma de decisiones unilateral. Además, no ser un solo founder conlleva tener la capacidad de generar una cantidad mayor de ideas, a través de procesos de lluvia de ideas para los que ambos contaréis con diferentes opiniones y perspectivas y, en la misma línea, evitar errores al inicio de tu aventura emprendedora, gracias a procesos de discusión y debate de dichas ideas. Un co-founder puede, por lo tanto, mejorar tanto la cantidad como la calidad de tu trabajo. No solo en lo que respecta a cuestiones técnicas puede ser útil un co-founder, también será beneficioso para ti en cuanto al aspecto psicológico se refiere, ofreciéndote el apoyo moral necesario para tirar hacia delante en los momentos más difíciles. Emprender es un viaje tan bonito como exigente, y son numerosos los testimonios de lo duro que puede llegar a ser ser un solo traveller y no poder compartir esta experiencia con nadie. Tener a un co-founder que entienda por lo que estás pasando te ayudará a mantener la motivación y a no decaer en momentos difíciles y a mantener los pies en la tierra cuando sea necesario. Aunque puedes pensar que el resto de tu equipo también puede ayudarte con todo ello, es difícil que lleguen a sentir lo que estás sintiendo como fundador y que tengan la misma implicación emocional (y en la mayoría de ocasiones económica) como lo tiene el equipo fundador. Más adelante, contar con un buen equipo emprendedor aumentará las posibilidades de que tu empresa consiga financiación con mayor facilidad. Varios estudios demuestran que las startups creadas por varios emprendedores suelen recaudar más dinero en su origen que las impulsadas por un único emprendedor.
Errores que debes evitar
1. Elegir únicamente a tu co-founder por sus habilidades técnicas. Hay muchas personas que asumen que las habilidades que un posible co-founder tiene en el momento en el que comienzan a trabajar juntos, son las únicas que tendrá para siempre. La realidad es que el trabajo es el mayor lugar de aprendizaje para una persona, por lo que desde Intelectium te recomendamos que también tengas en cuenta la importancia de poder trabajar con alguien con el que realmente te sientas cómodo pasando tiempo juntos. Hay veces, que escoger un co-founder con el que ya tienes una relación previa*, has colaborado y, por lo tanto, sabes cómo va a reaccionar a determinadas situaciones, puede evitarte conflictos no deseados que puedan acabar implicando el cierre del proyecto o compañía. *La relación previa puede ser tanto de amigos propiamente dicha, como de compañeros de trabajo, compañeros de universidad con quienes hayas trabajado en diferentes proyectos, etc.
2. No dejar nada por escrito. Al principio, cuando todo va bien, no sabes cómo vas a enfrentarte a los desacuerdos o situaciones de tensión. Y por otro lado, te será extremadamente difícil lidiar con una situación problemática una vez ya ha ocurrido si no se tiene nada escrito al respecto. Por eso, y aunque es incómodo hablar de ciertas cosas como quién obtiene qué porcentaje de la empresa o si se establece un “vesting period”, desde Intelectium te recomendamos que antes de empezar a trabajar oficialmente con tu co-founder redactes un pequeño pacto de socios inicial que pueda evitarte complicaciones en un futuro. En este sentido, veros obligados a redactar un primer pacto de socios, fomentará el tener conversaciones transparentes entre los co-founders en cuanto a roles y responsabilidades, desempeño, cómo reaccionar ante situaciones críticas, etc. Adquirir una rutina de mantener periódicamente este tipo de conversaciones, con el objetivo de poder compartir cómo te sientes con la situación actual del proyecto ayudará a evitar malentendidos y que la relación se degrade por falta de comunicación.
3. Repartir el equity de manera desequilibrada. Desde Intelectium tenemos claro que nunca debes repartir el equity de tu empresa en un 50-50, cuando el equipo fundador está formado por dos emprendedores. Con esta repartición, la toma de decisiones se vuelve muy difícil en situaciones de desacuerdo entre ambos miembros del equipo, incluso llegando a matar a muchas empresas. Sin embargo, una división del capital de la empresa muy desequilibrada favorece la desmotivación de aquellos que tienen menos participaciones. Por ello, es importante encontrar un punto de equilibrio en el que la división de acciones maximize la motivación de todos y cada uno de los miembros del equipo fundador, sin dejar de lado la importancia de que exista alguien que pueda desempatar en caso de discusiones entre los fundadores. En relación a lo anterior, otro error que suelen cometer los fundadores a la hora de realizar la repartición de capital, es hacerlo en función del momento en que cada uno de ellos se unió al equipo. Se necesitan entre 7 y 10 años para construir una empresa de gran valor, por lo que pequeñas variaciones en el momento de unirse al proyecto, no justifican divisiones de acciones de los fundadores masivamente diferentes en etapas iniciales.
4. Buscar a tu co-founder una vez ya tienes la idea y la financiación necesaria. Es habitual ver a muchos emprendedores iniciar la búsqueda de su co-founder una vez ya tienen muy claro todos los detalles del proyecto que van a llevar a cabo e incluso una vez ya han obtenido la primera ronda de financiación. En este sentido, aunque buscar a tus co-fundadores después de haber obtenido financiación no significa que tu proyecto no pueda tener éxito, puede ser menos favorable que buscarlos en las etapas iniciales. Esto se debe principalmente a que, una vez obtenida la financiación, se ha establecido una dirección y estrategia para el proyecto, y puede ser más difícil encontrar a alguien que comparta completamente esa visión. También puede ser difícil encontrar a alguien que esté dispuesto a unirse al proyecto en una etapa más avanzada y con menos posibilidad de tener una participación significativa en la empresa. Por otro lado, buscar a tu co-founder durante las etapas más iniciales, te permitirá dedicar el tiempo necesario a encontrar a la persona adecuada y establecer una relación de trabajo sólida antes de que la presión financiera se convierta en un factor determinante para la supervivencia del proyecto.
5. No definir los roles y responsabilidades claramente. Es importante definir los roles y responsabilidades de cada co-founder desde el principio para evitar confusiones y conflictos más adelante. Lo más importante es que debes estar cómodo con que esa persona tenga la última palabra en las áreas que hayáis acordado que estén bajo su responsabilidad. Una vez que cada uno sienta que tiene un área que gestiona, se sentirá más cómodo aceptando comentarios y más cuidadoso al darlos. También trabajarás arduamente para asegurarte de que las partes de la empresa de las que eres responsable tengan éxito, porque quedará claro en quién recae la responsabilidad si no lo hacen.
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