El exit es uno de los acontecimientos más importantes que puede ocurrir en la vida de una startup o empresa emergente, a veces, porque esto supone su final como tal. Normalmente, se asocia este concepto a la venta que se realiza de la startup a otra compañía. Sin embargo, se trata de un término más amplio que puede aglutinar varios procesos y tener diferentes acepciones.
La palabra inglesa ‘exit’ corresponde a ‘salida’. Básicamente es cualquier método que ayude a un emprendedor o inversor a abandonar su inversión o participaciones en una compañía. Así, puede contemplar también una fusión, que otro socio o firma de capital riesgo se haga con su parte e incluso que la empresa salga a bolsa. Además, no hay que olvidar que la liquidación de una sociedad también puede considerarse como exit.La estadística apunta a que el 90% de las inversiones de las empresas suelen tener pérdidas. Por ello, se suele aconsejar a los inversores que diversifiquen sus inversiones para contar con más posibilidades. Esto hace que algunos en ocasiones quieran salirse y se produzcan movimientos. Es decir, si se invierte es my probable que en algún momento también se quiera desinvertir.En el artículo de hoy profundizamos en cuatro factores muy importantes alrededor del exit de una startup:
- La importancia de planificar un exit desde el momento en el que se realiza el primer pacto de socios- El due dilligence, como prueba de fuego- Los exits suelen verse como una señal de éxito, aunque no siempre son así- Los exits no siempre implican la salida de los founders de la empresa
Planificar un exit de la startup desde el pacto de socios
¿Cómo se planea el exit en una startup? A diferencia de lo que se cree popularmente, esta posibilidad no se prepara sobre la marcha, sino que se puede estar planificada prácticamente desde el inicio de una sociedad. A veces, incluso se definen algunos puntos en el pacto de socios.Que esto empiece a barajarse desde el comienzo no supone nada, sino que es una manera de anticiparse a posibles problemas que surjan en el futuro. Hay que tratar de definir qué puede ocurrir en base a la naturaleza de la empresa y sus modelos de negocio e ir reconfigurando esta estrategia o plan de contingencia en los sucesivos pactos de socios.¿Qué pasa si un-cofundador se plantea vender su parte? ¿Qué ocurre si más adelante se busca una OPV? ¿Sería una condición indispensable para la venta que los socios estuvieran integrados en la nueva sociedad? ¿Se podrán vender solo algunas unidades del negocio? Es conveniente dar respuesta a todas estas preguntas con anticipación, aunque las cosas cambien más adelante.En algunos casos sí que está muy claro que un proyecto nace con la vocación de venderse, por lo que aquí el exit sí quedaría muy bien definido. Por ejemplo, en el caso de una startup con un negocio local que aspira a ser adquirida por un gigante de otro país que se dedica a lo mismo, pero no tiene presencia en dicho mercado.Si esto no es así y la empresa busca crecer hasta ser competitiva a nivel internacional quizás no sea recomendable detallar demasiado la planificación del exit, porque éste puede quedar muy lejano y en el camino pueden cambiar muchas cosas.
El due diligence, la prueba de fuego
El documento que suele ser indispensable justo antes de preparar un exit es un due dilligence. Se trata de un informe realizado por un tercero (auditoría o consultoría) que muestra a los inversores que las cuentas y los números de la empresa son ciertos y no hay trampa ni cartón. En este documento también se habla de los posibles riesgos o puntos flacos.Del lado de los emprendedores, estos deberían saber qué objetivos pretenden los potenciales compradores y qué pretenden hacer con la compañía. Esto es esencial, porque en algunos casos los co-fundadores permanecen en sus empresas al menos durante un tiempo.
Los exits de las startups: imagen de éxito aunque hayan supuesto pérdidas
En el mundo emprendedor los exits en su acepción de venta también suelen usarse como una especie de medallas que se ponen los venture capital y los emprendedores. Si una firma ha conseguido muchos exits de sus participadas o si un co-founder ha acumulado varios a lo largo de su carrera, suele tener connotaciones positivas.Incluso puede haber ocurrido que algunas firmas de capital riesgo no hayan logrado multiplicar su inversión cuando se produce el exit y hasta que hayan tenido pérdidas, pero aun así alardeen de este procedimiento. ¿Por qué lo hacen? En realidad, el hecho de que se produzca la compra de una startup supone que hay otra compañía que se ha interesado en ella y eso, de cara a la galería, lleva a pensar en su buen ojo o criterio a la hora de fijarse en proyectos.
Los exits de las startups no siempre implican la salida de los fundadores
Resulta habitual que, una vez haya tenido lugar la compra o fusión y, por lo tanto, el exit se haya hecho efectivo, los emprendedores deban quedarse durante los primeros meses formando parte de la compañía a fin de facilitar la transición y de ayudar a establecer las bases que permitan el crecimiento del proyecto a medio y largo plazo.En los casos en los que la operación de fusión o adquisición de la startup se hace con la intención de beneficiarse del talento de la misma, los fundadores tampoco abandonan el proyecto en el momento de la compra. En estos casos, el procedimiento habitual es que estos puedan quedarse en la compañía bien sea liderando un nuevo equipo especialmente diseñado para ellos y formado por parte de sus antiguos empleados o algún proyecto u departamento ya existente en la compañía compradora al que puedan aportar su visión y experiencia. Más: ¿Cómo se plantea el reparto de capital en una startup?¿Estás buscando una ronda de inversión privada?