Si lo comparamos con la financiación privada, la financiación pública te permite crecer sin ceder equity de tu empresa. Si lo comparamos con la financiación bancaria, lo más normal es que la financiación pública no te exija garantías personales o adicionales a tu propio proyecto y tus opciones de conseguir mayores importes en etapas más iniciales de tu empresa y con carencia (periodo de gracia hasta comenzar a devolver la financiación) son mucho mayores.
En el artículo de hoy, hemos querido resumir los principales errores que cometen las startups a la hora de buscar financiación pública.
Desde Intelectium llevamos más de 18 años asesorando a empresas a conseguir diferentes líneas de financiación pública, así que estas recomendaciones están estrictamente basadas en nuestra experiencia y en las más de 400 startups que hemos ayudado a conseguir financiación. Esperamos que estos consejos os sean de ayuda para no cometer los mismos errores:
- Solo querer subvenciones a fondo perdido: Es muy común que los emprendedores se sientan atraídos por las ayudas a fondo perdido. Se trata de ayudas que son como premios, la financiación que te otorga la entidad pública no se tiene que devolver y por ello resultan a-priori tan atractivas. No obstante, el solo querer este tipo de ayudas limita mucho las cantidades y opciones de financiación pública a las que puede optar una empresa. Además, las posibilidades de consecución son más limitadas, ya que este tipo de ayudas 100% a fondo perdido suelen asignarse en modalidad de concurrencia competitiva y eso significa que compites con el resto de solicitudes que se presentan, por lo que simplemente con cumplir los requisitos de la convocatoria no basta para tener éxito en su consecución. Desde Intelectium aconsejamos ir a por este tipo de opciones siempre que la empresa cuente con un componente técnico /innovador muy diferenciador, pero no basar el plan de financiación de la empresa solo en ayudas 100% a fondo perdido.
Existen ayudas parcialmente reembolsables, con tramos de subvención y tramos de préstamo blando, o préstamos participativos con muy buenas condiciones, que también son opciones de ayudas muy interesantes para financiar el crecimiento de la empresa y el desarrollo de nuevos proyectos o mejoras dentro de la misma. Ejemplos de estas ayudas son CDTI PID, LIC o Enisa.
- Menospreciar la innovación implícita en sus proyectos: Muchas empresas con las que hablamos creen que el día a día dentro de su empresa, o que los proyectos internos que hacen para la mejora de sus procesos o soluciones, no son lo suficientemente innovadores como para optar a ayudas públicas. La mayoría de las veces, esto no es así. Existen gran número de líneas de financiación pública que buscan incentivar y ayudar a las startups y pymes a seguir mejorando sus procesos o soluciones, ya sea integrando tecnologías de terceros para incrementar la eficiencia de la empresa o desarrollando soluciones propias porque no encuentran opciones en el mercado que cubran bien las necesidades de la empresa.
Desde Intelectium te aconsejamos valorar con una consultora financiera como la nuestra, si los proyectos pasados son susceptibles de ser presentados a la obtención de deducciones fiscales, y/o los proyectos/objetivos de desarrollo futuros pueden ser susceptibles de recibir financiación pública en forma de préstamos o subvenciones.
- Empezar a buscar la financiación cuando se quedan sin caja: Otro error muy común que nos encontramos es que las startups comienzan a buscar opciones de financiación pública poco antes de quedarse sin caja. Esto dificulta mucho la consecución de financiación pública, ya que al igual que los bancos o inversores privados, las entidades públicas buscan empresas que estén en una buena situación financiera, no que estén tan necesitadas de caja, ya que muchas ayudas cubren hasta el 75%-85% del proyecto y el resto de financiación lo tiene que cubrir la empresa con fondos propios. También, las ayudas que hay tipo préstamo blando quieren tener cierta confianza de que la empresa va a poder devolver la financiación concedida. Por lo tanto, el momento ideal para ir a buscar cualquier tipo de financiación es cuando la empresa ha tenido una ampliación de capital o bien goza de unos buenos niveles de fondos propios.
- Querer solicitar financiación europea desde el inicio: Nos encontramos con muchas startups que quieren ir directamente a solicitar financiación europea, incluso sin antes haber aprovechado todas las opciones de financiación pública a nivel nacional. Este es un error importante, ya que la financiación europea es aún más competida que la nacional. Cuando concurres a Europa, tienes que tener en cuenta que compites con las mejores startups y empresas de todos los países que conforman la UE, con lo cual las posibilidades de conseguir las ayudas son mucho más difíciles. Además, si la empresa está en una etapa muy inicial, donde aún no ha podido avanzar mucho con su tecnología o con la validación de mercado, le será aún más complicado poder competir con otras empresas. En este sentido, nuestro consejo es primero aprovechar las opciones a nivel nacional y, después, estar atento de las ayudas europeas para presentarse en el mejor momento posible.
- Querer ir solos/sin ayuda de una consultora: Los organismos públicos son muy puntillosos a la hora de otorgar financiación a las compañías que lo solicitan. Esto es porque gestionan fondos estatales o autonómicos y dichas gestiones han de ser muy transparentes. Por ello los requisitos son muchos y tediosos. Cada solicitud es diferente y equivocarse en el enfoque puede dar por tierra con las aspiraciones de muchos. Muchas veces se pierden oportunidades de consecución de convocatorias que solo se publican durante unos meses del año, o que solo se pueden solicitar durante un corto período de tiempo. Contar con una consultora experta en la solicitud y consecución de ayudas te permite maximizar (que no garantizar) los importes conseguidos y las posibilidades de éxito. Además, las consultoras tienen claros cuáles son los errores típicos que no tienes que cometer para conseguir el éxito en la primera solicitud, sin necesidad de representación.
Desde Intelectium, y para todo lo que es financiación pública nacional, trabajamos con un modelo de negocio a éxito, con lo cual las empresas que ayudamos a conseguir financiación pública solo tienen que pagar nuestros honorarios si finalmente conseguimos la ayuda para la empresa, y no por anticipado, lo cual reduce significativamente las barreras para empresas en etapas iniciales o que no quieran destinar parte de su presupuesto propio a este tipo de acciones.
- Dar por sentado que se va a conseguir la ayuda: Siempre hay un cierto factor de riesgo que puede hacer que una solicitud de una ayuda pública no resulte ganadora. Por lo tanto, nosotros siempre desarrollamos para nuestros clientes un plan de financiación que considera todas las opciones factibles para cada tipo de compañía en función de su estadio de desarrollo y sus planes tecnológicos. De esta manera, si una de las ayudas no se consigue en un año en particular, sobre todo aquellas ayudas en modalidad de concurrencia competitiva como por ejemplo Neotec, la compañía no agota todas sus opciones ni pierde un año entero, que es lo que puede tardar para hacer una re-presentación.
Esperamos que este resumen de los errores más comunes que cometen las startups a la hora de buscar financiación pública os sirva para poder entender mejor el funcionamiento de este tipo de financiación. Si quieres saber si tu empresa puede optar a financiación pública y qué líneas de ayudas son las que mejor os pueden encajar, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro formulario o del siguiente email: comunicacion@intelectium.com. Desde Intelectium estaremos encantados de realizar una primera llamada o videocall para conocer vuestra empresa y poder valorar las mejores opciones de financiación pública para vuestro caso en particular sin ningún tipo de compromiso.
