La actitud y la manera que tiene un emprendedor de ordenar su mente y sus prioridades influye en su empresa. En este post, queremos hablar de esos aspectos menos técnicos y más humanos que engrasan una compañía, tanto en comunicación interna (tu equipo) como externa (clientes, proveedores, etc). James Womak da cuatro consejos para saber cómo poner el foco de tus esfuerzos en un artículo publicado en Entrepreneur:1. Haz una lista de tus mejores clientesRecuperando el principio de Pareto, hay que tener en cuenta que, muchas veces, el 80% de tus ganancias vienen del 20% de tus clientes. Conviene priorizar la importancia que le das a ciertos clientes o perfiles de cliente para después concentrarte en fortalecer tu relación con ellos. Centrándonos en el documento que se puede generar, es aconsejable escribir una lista de 3-5 aspectos que pueden mejorar en esa relación en las próximas semanas, para ir actualizando su estado.2. Escribir cartas de agradecimientoSer productivo no es sólo trabajar más eficazmente. También hay que asentar esas relaciones de las que hablábamos en el punto 1. Y no sólo con clientes, sino también con proveedores. Algunos de los esfuerzos que realizamos no tienen por qué transformarse en negocio inmediatamente. Escribir cartas de agradecimiento (a veces conviene darles formato físico) ayuda a que clientes y proveedores te tengan en cuenta. No mucha gente recibe esos detalles, aprovéchalo. Si visitas alguna vez sus oficinas y ves esas cartas (en el formato que sea) en sus paredes o escritorios, puedes pensar: "En su pared/escritorio, en su mente".3. Crear un inventario de lo que no funcionaUna buena práctica es hacer listas de lo que no está funcionando en tu empresa, o de lo que se debe fortalecer. Hay que ser honestos contigo y con tu equipo. Esta es una de las primeras tareas que ponen en marcha los coach de directivos y equipos.4. Escribir un primer borrador de un día idealAparte de las posibles guías o manuales de tu empresa, conviene que escribas cómo ha de ser un día ideal en tu empresa en un futuro. El objetivo es conseguir que tu mente no se conforme con los resultados actuales, aunque sean aceptables. Por supuesto, hemos de ponernos objetivos reales y medibles, pero no pasa nada por ser ambicioso. Ayuda a generar una energía necesaria para ti y tu trabajo.